Hacia tiempo que quería contar una de las mayores capturas que he tenido el privilegio y placer de capturar. Me gustaría compartila ya que estuvo a nada de ganarme la partida, tampoco no son pocas las que con sus arrancadas o cambios de dirección con destino la roca mas próxima son capaces de desacerse de nuestro señuelo que le retiene por momentos y salir airosas dejandonos con esos remordimientos o frustraciones por no saber si pudimos haber hecho algo mas.
Pero hay esta lo bonito de esta modalidad de pesca que no siempre se gana y cuando no es así, sucede lo inevitable, mas aun nos engancha ha seguir pegandonos esos madrugones y caminatas en busca de nuestra mayor captura y mejor adversario.
Ocurrió el pasado año en una tarde de esas de que no tienes buenas sensaciones ya que las condicciones del mar y climatología no eran las mas apropiadas pero nunca se sabe.
Después de un buen rato con paseantes sin resultados llego a una zona de mas profundidad donde los minnows hacen su aparición y en principio me decanto por un Salt Pro donde los tres lances realizados noto como algo lo golpea de manera brusca, decido cambiar de señuelo y colocar un Shore Line color Brown Back , recomendado por un colega. adquirido de camino al pedrero sin poder cambiarle poteras ni anillas. Primer lance y zasss, comienza la música para nuestros oídos seguidos de tirones que soporta como puede la bara.
Me tuvo 2 o 3 minutos fácil entre arrancadas de idas y venidas , alucinando de la fuerza que tenia el bicho y mirando ha ambos lados si alguien podía ver semejante espectáculo.
Lo dio todo y a punto estubo de salirse con la suya, note como algún triplete se soltaba pero ya fue demasiado tarde y se ahogó, una ola la acerco pasando al lado mio como si fuese un tronco barandose en una piedra ella solita.
Destrozo la anilla trasera donde se hizo un piercing en el labio inferior con un triplete que no valía ni para ajustar alambradas, bueno realmente destrozo los tres tripletes, como para mandarle la foto a la casa de señuelos.
Lo mejor de todo que acabe arrastrándola con el triplete superior clavado cerca de la tripa y si os fijáis la grapa esta abierta. Lo importante de no destensar ni un milímetro el sedal nunca, mantener siempre la tensión sino estas expuesto ha llevarte una mala sorpresa cuando ocurra cualquier circunstancia.
También tenemos el tema de los señuelos pero parece que todos lo tenemos asumido que por mucho que pagues por un buen señuelo tendrás que modificarlo para no llevarte una sorpresa inesperada.
Yo me arriesgue y me salio bien pero estuve ha punto de perder una experiencia única, un buen robalo y un señuelo nada barato.
El resultado un buen ejemplar de unos cinco kilitos que fue un digno contrincante y una reflexion sobre nuestras lubinas .
Nunca se sabe lo que te puedes encontrar al otro lado del sedal ...